Pero aquí las vamos a arrancar una por una, sin anestesia.
La máscara de la víctima:
Digo que todo me pasa a mí. Yo me quejo, me excuso y la neta es que no asumo ni madres de mi vida.
La máscara del pendejo:
Me hago güey.
Postergó, me distraigo, me autoengaño… soy yo el que se sabotea
La máscara del hipócrita:
Digo una cosa y hago otra, hablo de cambio, pero sigo igual. Vivo de apariencias, como si nadie se diera cuenta...
© 2025 El extraño mundo de chava - All Rights Reserved